
Hace unos meses, el senador Víctor Zimmermann renunció a su banca para asumir como ministro en Chaco. Pero ayer recibió una llamada: necesitaban su voto en el Senado para bloquear la creación de una comisión que investigaría las presuntas estafas de Javi.
¿Qué hizo? En cuestión de horas, renunció al Ministerio, recuperó su banca y hoy se sentó en su escaño. Su voto fue decisivo para frenar la investigación y proteger al gobierno.
Es el reflejo perfecto de la inescrupulosa clase política.