
En medio del caos económico y mientras el dólar no para de bailar al ritmo del descontrol, Javier Milei lanzó una advertencia directa al sector agropecuario que encendió todas las alarmas: “Avísenle al campo que en junio vuelven las retenciones, que liquiden todo ahora porque en junio vuelven”.
El mensaje no fue casual. Se da justo cuando muchos productores aún tienen stock sin vender esperando una mejor cotización. Ahora, bajo presión, el gobierno nacional busca desesperadamente que el campo largue los granos antes de que todo explote. Porque claro, el aire fresco del FMI no duró ni dos semanas y ya aparece la sed de más dólares.
Milei, que asumió con la promesa de eliminar retenciones, ahora se contradice sin sonrojarse. La realidad es que el famoso “préstamo blindaje” no alcanza ni para tiritas, y los compromisos con los especuladores de siempre aprietan más que nunca.
El campo, que fue una pieza clave en el relato libertario, ahora se entera por boca del propio presidente que se vienen nuevos ajustes. Mientras tanto, la bronca crece y la incertidumbre también. Si esto no es una estafa piramidal, se le parece bastante.
¿Y ahora qué? ¿Cuántas promesas más se van a romper antes de que todo vuele por los aires?