
Lo que acaba de decir Natalia De La Sota dejó a Milei visiblemente preocupado. Sus palabras no solo sacuden al oficialismo, sino que también revelan tensiones internas en Córdoba, una provincia que hasta ahora había sido favorable para el presidente.
La jugada política de De La Sota complica al propio Martín Llaryora y anticipa una posible dispersión de votos que podría cambiar el panorama electoral. Analistas y dirigentes miran con atención cada movimiento, conscientes de que lo que parecía definido ahora entra en un terreno incierto.
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