
1. El origen del apodo “El Gato”
El verdadero nombre de El Gato Sylvestre es Gustavo Daniel Sylvestre. Nació en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, el 8 de noviembre de 1962. Además de periodista, es profesor de Historia, una formación que marcó su manera de analizar la realidad política argentina.
El famoso apodo nació de una anécdota mientras trabajaba en los pasillos de Canal 13. En los turnos de madrugada, Sylvestre solía descansar en un sillón entre noticiero y noticiero. Un compañero comentó que parecía un gato dormido, y desde entonces, “El Gato Sylvestre” quedó como parte de su identidad.
A diferencia de muchos apodos mediáticos, este surgió de manera espontánea, y Gustavo Sylvestre lo adoptó con orgullo. Lejos de rechazarlo, lo convirtió en un sello, tanto que hoy la mayoría lo conoce más como “El Gato” que por su nombre completo.
Detrás de ese apodo hay una historia de sacrificio: largas horas de trabajo, pocos descansos y el esfuerzo de alguien que empezó desde abajo.
Esa mezcla de humildad y perseverancia es una de las claves de su carrera, que lo llevó de un pequeño estudio en Entre Ríos a los principales programas de C5N y Radio 10.

2. La radio, su gran amor profesional
Aunque muchos lo asocian con la televisión, Gustavo Sylvestre se considera ante todo un hombre de radio. En entrevistas ha dicho que “la radio es el medio más humano que existe”. Y lo demuestra cada mañana en “Mañana Sylvestre”, por Radio 10.
Su vínculo con la radio nació en su adolescencia, cuando trabajaba en emisoras del interior. Allí aprendió a escuchar antes de hablar, a respetar los silencios, a darle valor a la palabra.
Para El Gato Sylvestre, la radio tiene una magia que ningún otro medio reemplaza: permite la cercanía, la complicidad con el oyente, la charla sin espectáculo.
En su programa combina actualidad, política, economía y humor, con un tono que mezcla análisis y conversación. Ese estilo lo convirtió en uno de los conductores más escuchados del país.
A menudo repite que el micrófono es su lugar natural. Incluso cuando triunfa en televisión, Gustavo Sylvestre dice que su corazón sigue perteneciendo a la radio.

3. De la política a la cocina: el nacimiento de “La Cocina del Gato”
En plena pandemia, El Gato Sylvestre sorprendió con un proyecto inesperado: “La Cocina del Gato”, un ciclo relajado donde el periodista de C5N mostraba su faceta más íntima y cotidiana.
Lejos del debate político, Sylvestre se animó a cocinar frente a cámara, charlar con amigos y compartir recetas familiares. El programa reveló un costado desconocido del conductor, más simple, más hogareño.
La idea nació durante la cuarentena, cuando, como muchos argentinos, redescubrió la cocina y el valor de los pequeños momentos.
El público lo recibió con simpatía. Muchos espectadores confesaron que recién ahí entendieron “quién es en verdad el Gato Sylvestre”: un tipo común, que se ríe de sí mismo y disfruta de las cosas simples.
Ese éxito inesperado confirmó que Gustavo Sylvestre no es solo un periodista político, sino también un comunicador versátil capaz de conectar con distintas audiencias.

4. Su faceta como escritor: “Intrigas, alianzas y traiciones”
Pocos saben que Gustavo Sylvestre también es escritor. Su libro Intrigas, alianzas y traiciones repasa los entretelones de la política argentina desde 1983 hasta la actualidad.
En la obra, El Gato Sylvestre narra historias, entrevistas y confesiones que muestran los secretos del poder. Incluye testimonios inéditos de figuras históricas como Isabel Perón, y relatos sobre los años de Alfonsín, Menem, De la Rúa y los Kirchner.

El libro no se limita a contar hechos: analiza cómo las alianzas políticas se construyen y se destruyen, cómo los protagonistas cambian según las circunstancias y cómo los medios influyen en esas dinámicas.
Con estilo directo y mirada crítica, Sylvestre mezcla historia y periodismo con una narrativa atrapante.
El título, Intrigas, alianzas y traiciones, resume su visión: la política argentina es una historia de relaciones cambiantes, y él ha sido testigo de muchas desde el primer plano.

5. La polémica por sus declaraciones sobre Malvinas
En 2020, El Gato Sylvestre protagonizó una fuerte polémica al decir que “la guerra de Malvinas se perdió de forma cobarde”. Sus palabras fueron interpretadas como un agravio hacia los excombatientes.
Sin embargo, el conductor aclaró que su crítica no apuntaba a los soldados, sino a la cúpula militar que condujo el conflicto. “Nunca cuestionaría a los chicos que pelearon —explicó—, hablo de los responsables que los mandaron a morir”.
Esa aclaración no fue inmediata, y el episodio le costó duras críticas. Pero también mostró su capacidad de rectificar y enfrentar el debate con madurez.
La controversia lo marcó, y desde entonces Gustavo Sylvestre insiste en que el periodismo debe medir sus palabras, sobre todo cuando se tocan heridas históricas.
Aun así, su postura firme y su voluntad de explicarse reforzaron su imagen de periodista que no teme a los temas incómodos.

6. La vida privada del Gato Sylvestre
Detrás del conductor serio de C5N hay un hombre simple y familiar. Gustavo Sylvestre evita hablar de su vida personal, pero se sabe que es padre de dos hijas y que mantiene una vida tranquila, alejada del ruido mediático.
Vive en Buenos Aires, aunque conserva un fuerte apego por su Entre Ríos natal. Le gusta cocinar, cuidar el jardín y disfrutar de la naturaleza.
También se define como un tipo casero: no le interesan las fiestas ni los eventos del mundo del espectáculo. Prefiere la sobremesa con amigos o leer en silencio.
Esa parte íntima del Gato Sylvestre explica su equilibrio: el mismo hombre que debate con políticos todas las noches en televisión, apaga el celular al llegar a casa.
Sus colegas dicen que esa capacidad de desconexión es lo que le permite mantener la calma incluso en medio de los programas más calientes.

7. Su visión crítica sobre el periodismo argentino
A lo largo de su carrera, Gustavo Sylvestre ha sido autocrítico con su profesión. Suele decir que “el periodismo argentino se debe una profunda reflexión”.
En sus editoriales en C5N, cuestiona el rol de los medios concentrados y la falta de responsabilidad con la información. Según él, “muchos periodistas se olvidaron del oficio para volverse operadores”.
Sin embargo, El Gato Sylvestre aclara que no está en contra del pluralismo: “Cada uno puede tener su ideología, pero lo importante es no mentir”.
También critica el papel de las redes sociales, donde las noticias falsas y el anonimato distorsionan la realidad. Cree que el verdadero periodismo debe volver a las fuentes, escuchar y verificar antes de opinar.
Esa mirada crítica lo convirtió en una de las voces más influyentes del periodismo político actual.

8. Su salida de TN y el giro hacia C5N
Uno de los momentos más comentados de su carrera fue su salida de TN (Todo Noticias) en 2011. Después de años de conducir A Dos Voces junto a Marcelo Bonelli, Sylvestre dejó el canal del Grupo Clarín y se pasó a C5N.
El cambio fue leído por muchos como una toma de posición ideológica. Él lo explicó de otra forma: “Necesitaba más libertad para decir lo que pienso”.
Desde entonces, se convirtió en uno de los rostros más fuertes de la señal de noticias del Grupo Indalo. En Minuto Uno, su programa nocturno, combina análisis político con entrevistas y debates encendidos.
El paso de TN a C5N marcó un antes y un después en su carrera. Para sus seguidores, fue una muestra de coherencia; para sus críticos, una señal de militancia.
Lo cierto es que Gustavo Sylvestre consolidó en C5N su identidad profesional y se transformó en una referencia de la televisión política argentina.

9. Premios, reconocimientos y logros
En 2023, El Gato Sylvestre ganó su primer Martín Fierro de Radio como “mejor labor periodística masculina”. Un premio que consideró especial porque, según él, “la radio es mi casa”.
Además, sus programas en C5N han recibido nominaciones por mejor labor periodística y mejor programa informativo.
Pero más allá de los premios, su mayor logro ha sido la continuidad. Pocos periodistas logran sostener un programa diario en televisión y otro en radio durante más de una década.
Esa consistencia demuestra profesionalismo y credibilidad, dos valores que Gustavo Sylvestre defiende como esenciales en el oficio.
Su carrera, construida con esfuerzo y sin escándalos personales, lo posiciona como uno de los comunicadores más estables y respetados del país.

10. Rituales, silencios y desconexión
Detrás del ritmo frenético de los medios, El Gato Sylvestre tiene rutinas que lo ayudan a mantener el equilibrio. Una de ellas es apagar completamente el celular cuando termina su programa.
También disfruta cocinar, cuidar su huerta y pasar tiempo al aire libre. En entrevistas contó que tiene gallinas y que le gusta “el silencio del campo”.
Esos rituales lo mantienen centrado. No usa redes sociales en exceso y evita leer los comentarios agresivos que circulan en Internet.
“Hay que aprender a desconectarse para no volverse loco”, suele decir. Y tiene razón: pocos soportarían el nivel de exposición que implica ser Gustavo Sylvestre.
Esa combinación entre intensidad profesional y calma personal es quizás el secreto de su vigencia.