Apenas empezó a hablar, el recinto se tensó. Bregman no dejó que la callaran ni un segundo y se plantó frente a Milei con una acusación que hizo crujir la sala: el Presidente, dijo, es aliado político del carnicero Netanyahu, responsable del genocidio que arrasa Palestina. El oficialismo intentó frenarla con un Señora diputada, pero ella los cortó en seco con un No me interrumpa que dejó claro quién llevaba la voz del momento.
La escena duró apenas unos segundos, pero alcanzó para exponer el nerviosismo libertario y la incomodidad de Milei, que escuchó todo sin poder esquivar ni una palabra. Fue un cruce directo, áspero y sin filtro, que dejó al descubierto la potencia política del momento. Y si querés entender por qué el recinto quedó mudo, tenés que ver cómo se lo dijo, de frente y sin pestañear.
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