
Es imposible vivir ahí, hay 9 puestos de choripanes”, dijo el conductor. Entonces, Chiche Gelblung decidió llamar a un vecino de Cristina Kirchner para confirmar si la situación era tan grave como decían. Pero la respuesta que recibió lo dejó completamente helado.
Gelblung quiso ir más allá de la opinión de los periodistas de estudio y contactó a un vecino real. La pregunta fue directa:
—¿Te molestan los 9 puestos de choripanes en la zona?
Pero la respuesta rompió todos los esquemas:
—Lo único que me molesta es que me dan hambre… ¡se ven riquísimos!
El estudio quedó en silencio unos segundos. Nadie esperaba una respuesta tan relajada, que además desactivó por completo la indignación mediática. Mientras algunos buscaban escándalo, el vecino solo pensaba en pegarle un bocado a un buen chori.