
Cada vez más usuarios escriben en Google la frase “juan amorin que le pasó en el ojo derecho”, buscando una explicación a lo que notan desde hace tiempo: una leve diferencia entre los ojos del reconocido periodista de C5N. En pantalla, se observa que su ojo derecho parece ligeramente más grande, menos móvil o más brillante que el izquierdo, lo que ha despertado curiosidad, especulaciones y, en algunos casos, burlas en redes sociales.
¿Tiene Juan Amorín un ojo de vidrio?
Una de las teorías más difundidas —aunque sin ninguna confirmación oficial— es que Amorín podría tener una prótesis ocular. Sin embargo, no existe evidencia pública ni declaración médica o personal que respalde esa hipótesis. De hecho, el periodista nunca se refirió directamente al tema, lo que ha contribuido a mantener el misterio y alimentar los rumores.

¿Qué explicaciones podrían justificar la diferencia en sus ojos?
Especialistas consultados en casos similares señalan varias posibles causas médicas o naturales que podrían explicar la diferencia visual, sin necesidad de recurrir a teorías infundadas:
- Anisocoria: Es una condición donde las pupilas tienen distinto tamaño. Puede ser totalmente benigna y dar la sensación de que un ojo está más abierto que el otro.
- Ptosis palpebral: Se trata de una caída leve del párpado superior, lo que haría que un ojo se vea más pequeño.
- Secuelas de una cirugía ocular: Intervenciones por desprendimiento de retina, glaucoma o accidentes podrían dejar una diferencia visible.
- Asimetría facial natural: La mayoría de las personas tienen un lado del rostro diferente al otro, y bajo las luces de TV esto puede notarse más.
- Prótesis ocular (no confirmada): Algunos opositores insisten con esta teoría, pero no hay fuentes confiables que lo hayan probado.
¿Por qué sigue generando tanto debate?
El misterio en torno a su ojo derecho no parece afectar en nada su tarea como periodista. Sin embargo, los detractores de Juan Amorín suelen usar esta diferencia para burlarse o desacreditarlo, especialmente en redes sociales.
También influye el hecho de que, al no haber una explicación pública, muchas personas interpretan libremente lo que ven en pantalla. Y en la era del algoritmo, cuanto más se busca un tema, más se viraliza.

¿Se sabrá algún día la verdad?
Por ahora, todo lo que se diga seguirá siendo una interpretación sin pruebas. Tal vez algún día Juan Amorín decida hablar del tema —si es que lo considera relevante—, o tal vez no lo haga nunca. Lo que sí está claro es que, sea cual sea la causa detrás de la diferencia en su ojo derecho, no afecta en absoluto su profesionalismo ni su presencia en los medios.
