El país quedó patas para arriba después del VIDEO que Cristina Kirchner acaba de subir, donde denuncia que en la causa de los “Cuadernos truchos” no hubo arrepentidos sino “extorsionados” y hasta torturados. La ex presidenta aseguró que lo que se creyó durante años como una investigación judicial seria fue, en realidad, una maquinaria de coacción operada desde Comodoro Py. “Nos quedamos cortos —dijo— porque ahora vemos que algunos de estos ‘extorsionados’ directamente fueron torturados”.
En el VIDEO, Cristina cita el testimonio del abogado Roberto Herrera, quien contó en TN —no en ningún medio “kuka”— que uno de los acusados estuvo casi un mes encerrado en una celda sin ventanas, bajo un reflector prendido las 24 horas y filmado permanentemente. “No sabía si era de día o de noche… era un castigo”, dijo. Para la ex presidenta, esa combinación de encierro, luz perpetua y vigilancia constante es tortura blanca, un método diseñado para quebrar psicológicamente sin dejar marcas visibles. “Esto ya no es lawfare: es persecución política con métodos propios de las dictaduras”, disparó.
Cristina también remarcó que la reapertura de los Cuadernos es parte de una agenda para distraer a la población mientras la situación económica se deteriora. “SI NO HAY PAN, QUE HAYA CIRCO”, sentenció, señalando la contradicción entre el relato de baja de precios y la realidad de aumentos en luz, gas, transporte, alquileres y prepagas. Recordó además que la inflación de 2,3% anualizada al estilo Milei da 27,6%, “más alta que la de 2015”, cuando los salarios eran los más altos de América Latina y el país no le debía un dólar al FMI.
Finalmente, Cristina apuntó directamente al fiscal Carlos Stornelli, a quien acusó de haber extorsionado, presionado y hasta torturado a los imputados para montar un caso a medida. “Es el mismo que fue procesado por asociación ilícita, el mismo que plantó cámaras ocultas, el mismo que intentó plantarle cocaína al ex marido de su pareja”, escribió. Cerró el mensaje con el VIDEO de TN que muestra cómo se aplicaron esos métodos. Y, como dijo ella misma, si esto no hace tambalear a la política argentina, nada lo hará.
