
Axel lo dijo clarito y sin vueltas: el nuevo préstamo del FMI a Milei no es un salvataje, no es un acuerdo, no es una ayuda. Es, ni más ni menos, que una estafa piramidal.
En una intervención que dejó mudos a propios y ajenos, el gobernador de la provincia dejó al descubierto el verdadero objetivo de este nuevo endeudamiento. Según explicó, la plata no está pensada para producción ni para obras ni para políticas públicas que ayuden al pueblo. Todo lo contrario: el 75% del crédito se lo dan directamente a Caputo, el mismo que fundió el país una vez, el mismo que vive de la bicicleta financiera y el dólar blue.
Axel fue contundente: si querés que la plata llegue a destino, no se la podés dar a Caputo. Porque se va directo al juego de siempre: timba, fuga y más deuda.
Mientras Milei grita “acuerdo histórico”, los gobernadores recortan, las universidades no pueden pagar la luz y los hospitales se caen a pedazos. ¿Y todo para qué? Para volver al mismo esquema de siempre: la plata entra, pero no queda una sola moneda en el país.
El nuevo acuerdo con el Fondo no tiene nada de nuevo. Es la misma trampa de siempre, con los mismos beneficiarios de siempre, pero esta vez más rápido, más brutal, y con más cinismo.