
En Tucumán, Karina Milei se robó todas las miradas, pero no precisamente por la contundencia de su discurso.
Durante su intervención, la hermana del presidente llamó la atención por su forma extraña de hablar: mezcló tiempos verbales, artículos y hasta se animó a inventar palabras que no existen en el diccionario. Una de ellas fue “habramos llegado”, que provocó risas y desconcierto entre quienes la escuchaban, ya que seguramente intentó decir “hayamos llegado”.
La situación no pasó desapercibida en las redes, donde los usuarios no tardaron en ironizar sobre cómo alguien con semejante nivel de exposición comete fallidos tan evidentes. Además, la autoproclamada “estéticamente superior” quedó nuevamente en el centro de la burla, ya que su imagen pública parece no acompañar esa definición.
El episodio se viralizó rápidamente y volvió a encender el debate sobre el rol que ocupa Karina Milei dentro del gobierno y la proyección política que pretende construir alrededor de su figura.
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