Las sospechas de la familia del soldado Gómez crecen con el paso de las horas. Nadie, ni siquiera sus propios padres, cree la versión oficial que habla de deudas personales como causa del supuesto suicidio del granadero que dejó una carta.
Lejos de acompañar a la familia en este momento desgarrador, el gobierno los sometió a un destrato inadmisible: los obligaron a viajar en auto desde Formosa hasta Buenos Aires en pleno duelo.
Para sus seres queridos, la explicación no cierra.
