
Mientras el mundo entero despedía al Papa Francisco con dolor y respeto, en Argentina hubo una voz que eligió el agravio: Luis Majul. Lo que dijo en su editorial desató una tormenta de furia en redes sociales y dejó a más de uno con la boca abierta.
El conductor de LN+ aprovechó el momento más sensible —el día del fallecimiento de Jorge Bergoglio— para volver a criticarlo con dureza.
Las redes explotaron de bronca. Usuarios de todo el arco político, incluso algunos que no simpatizaban con el Papa, consideraron que lo de Majul fue un golpe bajo, fuera de lugar y completamente innecesario. «Podés no coincidir con él, pero bardearlo el día de su muerte ya es perverso», escribió un usuario en X.
Otros recordaron cómo desde ciertos sectores mediáticos se construyó durante años una campaña de desprestigio contra Francisco, simplemente por su mirada social, su defensa de los más pobres o su cercanía con sectores populares.
Lo cierto es que, en medio de una jornada de duelo global, Luis Majul decidió pararse en el lugar más mezquino.
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