Mensaje muy peligroso! Vincular la Identidad de Género con un «enojo hacia Dios» y aludir esto a una «enfermedad» en el siglo XXI es temerario, más en un país con una Ley de Identidad de Género. Y respecto del «trabajo sexual», en un contexto de marginalidad como tiene nuestro país es más complejo que «un enojo»…. Ocurrió anoche en la mesa de Mirtha.