
Según trascendidos en pasillos políticos, Darío Wasserman, actual vicepresidente del Banco Nación, y su pareja, Pilar Ramírez, tendrían en su poder una grabación comprometedora en la que Karina Milei hablaría de manejos de dinero negro.
La supuesta existencia de ese material se habría convertido en una herramienta de presión interna, utilizada para condicionar decisiones dentro del núcleo más cerrado del poder libertario. Aunque no hay confirmaciones oficiales ni pruebas difundidas públicamente, el rumor crece como una bola de nieve y alimenta las sospechas de internas feroces, traiciones y operaciones cruzadas dentro del propio gobierno. En la Casa Rosada, nadie habla, pero todos miran de reojo.