El gesto de Novaresio en vivo lo dijo todo. Algo no cerraba y esta vez no hubo relato que alcanzara.
Mientras el Gobierno libertario insiste con una inflación “en baja”, los números reales empiezan a mostrar otra cosa y ya no engañan a nadie. La curva vuelve a subir, los precios siguen descontrolados y en la calle la sensación es unánime: los datos oficiales son una tomada de pelo. Incluso Novaresio, lejos de actuar como vocero, quedó visiblemente sorprendido al escuchar la proyección oficial que promete “pulverizar la inflación para agosto”. Su reacción fue inmediata y sin filtro: “¿En serio va a pulverizar la inflación para agosto? No parece”. Una frase que resume lo que millones sienten mientras Milei y su hermana siguen vendiendo humo.
