
Lo que empezó como una declaración sobradora terminó volviéndose en su contra. Espert se reía de los “chimentos de peluquería”, pero ahora la justicia parece tener algo más que rumores. Un operativo reciente dejó mucha gente nerviosa y las redes no tardaron en recordarle sus propias palabras.
En el Gobierno intentan bajarle el tono, pero la situación incomoda a más de uno. Algunos prefieren el silencio, otros miran para otro lado. Lo cierto es que el tema recién empieza, y promete traer cola.
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