Un trabajador del microhospital de Mendoza se topó con una escena que muchos todavía no saben cómo explicar. Mientras caminaba por el estacionamiento, vio que en el parabrisas de un auto inmóvil aparecía lo que parecía ser un rostro humano mirándolo fijamente, como si alguien estuviera sentado adentro y se hubiese quedado petrificado. Lo que nadie esperaba es que la figura no sólo estaba ahí: también se movía.
El hombre, convencido de que algo raro estaba pasando, se acercó y comenzó a grabar. Pero lo más inquietante vino después: cuando revisó el vehículo, no había absolutamente nadie adentro. La secuencia generó impacto inmediato y el video no tardó en viralizarse, entre quienes se asustaron de verdad y quienes atribuyeron todo a un efecto óptico o un reflejo fuera de lo común.
La grabación sigue circulando y la discusión continúa, pero lo cierto es que la imagen deja más preguntas que respuestas. MIRÁ EL VIDEO, NO TE LO PIERDAS.
