
En su programa de LN+, Cristina Pérez sorprendió al tomar distancia del Gobierno de Javier Milei, pese a que su esposo es nada menos que el ministro de Defensa, Luis Petri. Con un tono firme, la periodista defendió el rol de la prensa libre y se dirigió directamente al Presidente.
«No importa mis relaciones personales cercanas con el Gobierno, voy a decir lo que pienso», sentenció Pérez, en una intervención que no pasó desapercibida. Frente a cámaras, la periodista criticó los ataques constantes de Milei contra periodistas y medios de comunicación, en especial la costumbre del Presidente de tildar de “ensobrados” a quienes lo critican.
Reconociendo que su situación es compleja y que sus palabras podrían afectar a su marido dentro del gabinete, Pérez decidió avanzar igual con una defensa corporativa del periodismo, solicitando al oficialismo que reciba las críticas con mayor apertura y sin hostigamiento.
“Una democracia necesita libertad de expresión, aunque incomode. Incluso si eso significa pagar costos personales”, remató.
El momento generó repercusión en redes y encendió las alarmas en el entorno libertario, donde los gestos de incomodidad interna suelen ser rápidamente silenciados.