
Javier Milei, el presidente que prometió «no meterse con el periodismo», acaba de subir varios niveles en su pelea con los medios. Según revelaron desde El Destape, pidió personalmente que Luis Novaresio y Baby Etchecopar sean corridos de la señal A24. ¿El motivo? Críticas. Opiniones. Comentarios incómodos. Lo que antes se llamaba «libertad de prensa».
El escándalo se desató el jueves pasado, cuando Milei cayó de sorpresa al programa de Antonio Laje para compartir pantalla con su gurú Jesús Huerta de Soto. Pero antes de entrar, lanzó una orden digna de película de espías: que Luis Novaresio no se le cruce ni por casualidad. La solución fue tan grotesca como simbólica: lo encerraron en un cuarto. Literal.
Pero no fue un enojo pasajero. Dicen que el Presidente quedó tan molesto con las críticas de Novaresio a su «batalla cultural» que directamente pidió su despido. A esto se suma Baby Etchecopar, otro de los que osó cuestionar al Gobierno por el intento de criminalizar periodistas. A Baby lo acusan de «macrista» y desde el entorno libertario ya le apuntaron con nombre y apellido.
Mientras tanto, en redes sociales Milei intenta hacer equilibrio entre el personaje de defensor de la libertad y el tuitero furioso. Reposteó insultos, justificó ataques y hasta avaló a quienes piden “meter presos” a periodistas. Pero todo bien, porque —según él— eso no es censura. Es “libertad de expresión bien entendida”.